martes, 6 de abril de 2010

De milongas y talleres tucumanos.

Gran parte de los talleres de tango de Tucumán sufren una suerte de desintegración con el ambiente tanguero. Solo debemos observar la poca convocatoria que tienen los eventos tangueros generados por los organizadores de siempre. Profundizando un poco mas, es cierto que una milonga en Tucumán con suerte puede llegar a 150 participantes, contando a los mozos!

Claro esta; que el gran esfuerzo de quienes generan este espacio no es menospreciado, tampoco de los que participan, ya que cada bailarín se ha convertido en una pieza fundamental para el giro de la cuestión. Pero sin fin de tener una logia, las milongas en Tucumán tienen aire sectario. Cada grupo de bailarines a cada taller, o por ahí andamos señores! Y no es cuestión que todos seamos amigos; pues bien hace a la salud de una pista los desconocidos.

Hace semanas atrás llego un seminario tras otro de docentes de Buenos Aires; y caras más, caras menos, éramos los mismos. Y me preocupa! Así, como hace un tiempo se observa una creciente ola femenina, también estamos siendo las mismas de ayer. Esto no concuerda con la cantidad de talleres de tango que hay en Tucumán, que superan a los que Gerardo Vieyra hace circular en su boletin semanal de información. Si las milongas son la congregación de aficionados al tango en su danza... ¿que esta pasado?

Haciendo un paneo general de los talleres, es visible que tenemos dos grandes grupos de docentes tucumanos, aquellos que solo enseñan tango y los que lo viven. Pero hay un grupo que teme más al otro; teme que le quite los alumnos, de quedar sobrepasado en sus conocimientos y peor aún, teme ha ese fanatismo tanguero que lo ahuyenta. Los que vivimos al tango, no somos capaces de comprender a esos docentes que en el afán de enseñar, nosotros vemos que solo aprovechan la ocasión, pues nuestra ambición es tener día a día mas hecha carne el tango y no llegamos a ver un beneficio al hecho de solo enseñar sin ser tanguero, aparenta ser un despropósito que alguien que no vive el tango pueda enseñar. De hecho, todos los docentes tangueros conocen por ahí, alguno que solo lo enseña y no participa ni de las milongas, reuniones o eventos tan concurridos y público como la Plaza Urquiza; y llegan a ser duramente cuestionado el discurso de "su técnica" o con la liviandad que tratan la enseñanza del tango. Los tangueros sentimos que el discurso del tango pasa a ser una filosofía de cultura y en nuestro camino vemos que muchos no comprenden este sentimiento de milonguear.

Sin embargo hay un hecho real, al tango hay que vivirlo y sembrarlo! Como tangueros no podemos quedar en la complacencia personal. La cultura popular yace en la sociedad tratando de subsistir bajo recursos escasos y grandes esfuerzos de quienes las generan. Que alguien que solo ande en su patineta y de repente este bailando tango, habla de un nicho social que a gritos nos dice integren! Y no es de pasarnos la receta entre nosotros. Hay que abrir una puerta desde los pequeños lugares que estamos a aquellos que desde lejos admiran un boleo y no se animan a decirnos que también quieren hacerlo.

Cabe en la responsabilidad de cada profesor de tango mantener en vilo y promulgar su medio. Es loable lo que muchos ya hacen; que no se quedan solo en la practica docente, sino que conforman un grupo donde comparten unos mates, un asado, un lugar de encuentro; pero esto tiene que abrirse a mas allá de mis alumnos.

También será superador entender que no hay que ser descalificante en cuanto "a la calidad técnica", sea que solo enseñe tango o sea un docente tanguero. Es decir, alguien que quiere aprender a bailar tango, salvo que ya tenga formación académica de danza en otras áreas, no mira la calidad curricular del docente en primera instancias, busca aprender; no evaluar el proceso de enseñanza que otorga el taller; pues entonces, no se explicaría la existencia en nuestra actualidad de profesores de tango que sus clases pasen de lo básico a una metodología de enseñanza de principio de siglo XX.

En un proceso previo, la persona conjugara los motivos que desencadenaran el animarse al aprendizaje de bailar tango, posteriormente lo hará en el grado de vinculación que creara con el medio, y ahí es donde nosotros debemos actuar. No nos tiene que interesar donde aprendió a bailar tango, sino como integrarlo. En un análisis personal, al conocer, ver y vincularse con otros tangueros tucumanos, decantara por si mismo la necesidad o no de perfeccionar su baile y con ello llegara esto de pasar por distintos talleres hasta encontrar la horma que le siente. Sin pretender ser un mecanismo de salvavidas, creo que esta referencia puede abrir otros parámetros de integración.

Bailar con esa persona que solo vino a mirar o intentarlo por lo menos, dice que queremos más, llegarnos a difundir nuestro evento en esos talleres que no están en la lista de Gerardo dice que queremos más, mandar un saludo por un programa de radio que pasa cada tanto un tango es querer más, participar de un foro tanguero, un blog, una página web, es querer más; adecuarse a una pista pequeña para bailar...lo hizo hasta Virulazo!. En fin, el tango y su crecimiento en Tucumán siempre nos pedirá mas a nosotros: los tangueros.

La pucha que siempre me toca a mi darle mas tiempo y esfuerzo para generar tango che! Y si...esta es una filosofía para compartir un encuentro y nos da la alegría de un abrazo con esa persona que creció en su danza y su amor al tango...como Sergio, como Mer; como Horacio; como Chivi ; como Martín, como Rebeca; como Leandro; como todos los que milongueamos!

9 comentarios:

  1. Muy buena tu nota!
    Espero nos veamos en la milonga del sábado...Besos

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  2. Gracias!! Nos vemos el sabado..espero que luego de esto comiences a hacer la diferencia bailando con la desconocida Eva! jaja

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  3. ¿que esta pasado? .. tampoco tengo respuesta.
    la verdad que la creciente ola femenina a mi también me asombra .. y mucho.. pero eso si, que la disfruto , LA DISFRUTO.
    cambiando un poco de tema sin desviarme de lo publicado, coincido totalmente en que no podemos quedarnos solo en la complacencia personal , me parece una actitud muy egocéntrica o egoísta , o tal ves ambas.
    la manera de tratar a los otros debe ser sincera y amigable, sin importar de donde salio ni con quien aprendió a bailar sino pensando en integrar , ¿a donde? , y a este maravilloso mundo del tango . ahora , si es uno de esos personaje a los cuales los llamamos "un conocido" entonces nos queda , el animarnos a romper un poco el hielo ... dejar de lado ya la repetida pregunta , que estudias , donde trabajas?? como por ahí se dijo.. tampoco es que vamos a ser amigos de todo el mundo.
    mmm .. y bailar con esa persona que solo vino a mirar o intentarlo por lo menos es toda una aventura , a mi personalmente me gusta hacerlo, aunque no siempre se da. Es curioso que el echo de ver a una persona con la cual solo caminamos un tango y luego suspira de alegría .. no se ... como lo explico?? .. es tango , y el es el que logra eso , que su alegría sea también mía.
    terminando , asi como nos movemos y vivimos tantas cosas en el tango , su crecimiento en Tucumán , si lo queremos compartir ... depende de nosotros. (aun que mas bien debería ser un deber.)

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  4. Hola Ben .... gracias x dejar tu opinión, estuve charlando con varias personas que leyeron mi nota pero no dejaron su opinión expresa por distintos motivos. Asi que..gracias! tu aporte es parte de lo que quiero...tener un ambiente mas abierto donde se diga lo que pensamos. Besos

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  5. Muy interesante tu nota Emilia!. En mi opinión, bailar tango como realizar cualquier otra actividad creativa (como teatro, pintura, literatura) puede disfrutarse de distinta manera. Hay personas que disfrutan yendo a clases y aprendiendo a hacer un perfecto gancho, mas alla de la musica o del "sentimiento" del tango. Mientras que hay otras que se ven absorbidas en la vida del tango, y que mas alla de aprender pasos nuevos quieren entrar en el ambiente tanguero, disfrutan de la milongas, aprenden de orquestas, etc. Me parece que no hay que descalificar a ninguna de las opciones. Si alguien quiere aprender a bailar tango como quien va a una clase de gimnasia, me parece obviamente que esta en su derecho. Como tambien el que va a ver un par de veces y luego se atreve a salir a la pista.
    Y sobre la integración, creo que como en cualquier actividad está bueno que la gente se junte, se mezcle, tanto el que baila hace 2 meses como el que lo hace hace 12 años, los que provienen de distintos talleres, o distintos barrios, prefieren zapatos altos o zapatillas. Yo en Tucumán no noté separación, no mas allá de la que hay en cualquier actividad grupal. Siempre habrá gente que le gusta el tango tradicional y que se espanta ante una soltada, y otra que se atreve a experimentar. Y probablemente esa gente no se lleve tan bien bailando junta, o quizas no disfrute de los mismos shows ni de las mismas clases. Pero asi es la diversidad!
    Yo por ahora intento disfrutar distintos estilos. Nos vemos en la proxima milonga!.

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  6. Hola Roxana gracias por compartir lo que pensás. Una de las cosas que mas disfruto del tango es su diversidad, hay para todos gustos, todos los cuerpos, todas las edades! La diversidad mantuvo al tango vigente por cada etapa que paso y eso es maravilloso...con todos los años que llevo estudiando danza, no conocí ninguna danza popular de pareja que se asemeje a las mutaciones del tango, ni a su multiplicidad artística creando su medio: tiene su propia musica, un lunfardo, su propia estética de zapatos, accesorios y vestuario, un instrumento musical característico, el fileteado y muchas otras cosas mas que lo complementan! ..ya desvarie un poco jaja!
    Nos vemos en la milonga! Besos

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  7. Escribí un comment extenso y lo perdí por fallas en la conexión así que va la versión resumida. Una amiga, muy sabia, me dijo: "la gente se comporta en el tango como en la vida.." y yo entiendo que si a la mayoría no le apasiona su profesión menos le puede apasionar el baile, si en la vida son medios cerrados y descalificadores porqué serían distintos en el tango?? También entiendo que lo óptimo es lo que tu propones y está bien decirlo para que se note pero hay una diversidad de personas con una diversidad más grande de opiniones y actitudes. Con las últimas palabras quiero decir que con el tiempo noté una evolución positiva en las milongas de Tucson tanto en lo técnico como en la parte humana... o sea vamos mejorando, hacemos lo que podemos. Un abrazo y un aplauso para los que se animan a comentar.

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  8. Emi cuando te vi estaba muy apurada como para quedarme a charlar sobre este tema, al que califico como "complicado", justamente por esta misma característica. Mientras releía la nota y escuchaba un tango de fondo, se me venían a la cabeza muchas ideas, una de ellas es que esta disgregación de la que estamos hablando se da en la mayoría de los ambientes, por no decir en todos, cualquiera sea el rubro (plástica, cualquier tipo de danza, educación, medicina etc.)creo que se trata de una cuestión de mente, de apertura, flexibilidad mental, de aceptación por lo desconocido y lo distinto; por otro lado creo que homogeneizar el ambiente tanguero y cualquier ambiente es imposible, porque, por suerte somos todos diferentes y diversos, por eso, desde la docencia, desde el compartir la filosofía del tanguero con allegados, amigos, etc., desde las milongas, desde las actitudes de uno mismo hacia cualquier ámbito de la vida, hay que procurar promover la aceptación de la diversidad y lo diferente, para que todos entendamos que el Tango es uno, y que con todas sus variaciones acoge, cual madre a sus hijos, una diversidad de bailarines, profesores, músicos; así que antes de acentuar diferencias (en cuanto a formas de bailar, formas de sentir y expresar el Tango, formas de vivirlo, etc.) debemos descubrirnos, aceptarnos y reconocernos como hijos de un mismo padre: El Tango

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  9. Gracias Edu y Maria por compartir con nosotros lo que piensan. Increíblemente estamos concluyendo, con tanta diversidad, en el mismo océano. Tomando en cuenta la diversidad existente de hábitos, tradiciones, comportamientos en las sociedades argentinas; para nosotros puntualmente en San Miguel de Tucumán y de otras disciplinas artísticas y ámbitos culturales; en el tango encontré algo que no lo sentí en otro lugar. Es sumamente desafiante su danza, porque exige vincularse con un otro en lo introspectivo y con los otros en una percepción de espacio y sentidos; todo al mismo tiempo en una pista tanguera, ni hablar del análisis de movimiento, sencillamente complejo y para mi...una delicia y un delirio que la danza en pareja popular mas completa en el mundo! sea nuestra. Y fuera de esto que es netamente personal; el tango en su generalidad es lo mas argentino que conozco.
    Ni el fútbol, que deja a las mujeres en segundo plano, ni el folklore que nace de una región y se proyecta; identifican a la diversidad del país. Hablar del tango es infinito; como sus hijos y su diversidad; y lo que planteo es que entre todos podamos encontrar otras formas de ver y de hacer, para no caer en un ciclo irreal; pensando que solo por enseñar, escuchar o bailar tango su evolución se dara naturalmente. Hay que abrirnos a las posibilidades de ser más protagonistas en su crecimiento.

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